El apoyo al campesino, la clave para el desarrollo de los territorios: Virginia Sinisterra

A Virginia la motiva su familia, lo que aprende cada día, el territorio y el apoyo a las madres cabeza de hogar.

Virginia Fernanda Sinisterra, nació en Tumaco y residente entre su tierra natal y la vereda Peña Colorada. Vive con su mamá, es “madre soltera” como dice ella, y abuela. Se ha formado en distintas áreas del saber, lo que le ha permitido enfocarse y comprender cuál es su propósito en la vida.


Es auxiliar de enfermería, auxiliar de Técnico-práctico Agropecuario de Fundapanaca y Técnico Laboral por Competencias en Mesa y Bar, con énfasis en bebidas ancestrales de la Escuela Taller de Tumaco. Actualmente se encuentra en procesos que le permiten darle vida a Asoparcola, una asociación agropecuaria que nace hace tres años y que con su trabajo, busca destacar los beneficios que brinda el territorio. 


Se autoreconoce como una mujer negra y está convencida de que la educación es un arma poderosa para empoderar a los jóvenes. Para ella, es importante que los jóvenes aprovechen las oportunidades, que plasmen sus sueños y trabajen para que se hagan realidad, vean la vida con un poco más de color y encuentren motivación en lo que hacen. 


Conoció la Escuela Taller de Tumaco cuando buscaba trazar una ruta en su asociación, para poder aprender sobre comercio, y formarse en temas turísticos. Cuando habla de la escuela taller, se le iluminan los ojos y resalta los beneficios que ha obtenido en esta, “una de sus instituciones favoritas”, en la que ha logrado formarse en varios programas técnicos por competencias. Espacios que le ayudan a fortalecer lo que para ella es la misión de la asociación, motivar a otras mujeres en temas agropecuarios y destacar lo que ofrece el territorio. 


Durante su proceso formativo, realizó el curso técnico laboral por competencias en Mesa y Bar, de donde surgió una idea de negocio llamada Barcot (Bebidas Artesanales rizando campo Orgullo y tradición): el sabor del campo en una botella.


Este emprendimiento está conformado por Ana, Maoli, Gabriela y Virginia; 4 mujeres que a partir del conocimiento y manejo de las bebidas ancestrales, transforman las frutas olvidadas del territorio, le dan valor agregado y reconocen cada cosa que ofrece Tumaco. 


En cada palabra, Virginia reconoce el potencial de Tumaco y enfoca sus esfuerzos en el desarrollo de una cadena de valor que beneficie a todos los actores, para impulsar la labor del campesino y las madres cabeza de hogar.


“Si no hubiera pasado por la Escuela Taller de Tumaco, mi historia sería otra, no tendríamos el pensamiento de construir en conjunto y aportar al campo con nuestras ideas”, Virginia Sinisterra.


Egresadas de la Escuela Taller, ganadoras a los premios al mérito empresarial de Tumaco